Muy en el fondo, sueño…
que me ven grandes abismos,
abismos de loco, los mismos;
y le echo ganas al empeño
de ver como saco arresto,
y vivir como novela
una pura y simple vela
siendo no más que un cesto
donde coloco un abrazo,
un gesto y una tragedia
con sonrisa consentida.
También ordeno el tortazo,
y en su dura represalia,
el beso que da la vida.